sábado, 19 de octubre de 2013

¿Por qué no nos dejan ser Ahorradores Éticos Activos (A.E.A.)?

Desde hace algún tiempo, y ante el destrozo que el sistema financiero ha hecho en tantas y tantas familias, nos involucramos en algunas iniciativas de crowdfunding en el ámbito de la solidaridad y el emprendimiento social, como muchos ya sabéis. Vimos que eran muchísimas personas las que querían dar un sentido distinto a su dinero, más allá de rentabilidades: querían transformar su rinconcito de mundo, con aportaciones más o menos pequeñas. Por eso, partiendo de esas experiencias, nos hemos puesto en contacto con algunas entidades autodenominadas "banca ética" para realizarles una propuesta constructiva. Nos preocupaba que, en gran medida, estuvieran reproduciendo y manteniendo la dinámica de la banca tradicional en los siguientes aspectos:
  • Los proyectos de emprendimiento deben acudir a una estructura más o menos centralizada de la entidad, que recepciona el proyecto, lo evalúa según sus criterios (más o menos técnicos o asamblearios) y decide o no su apoyo con los fondos de los ahorradores.
  • Tan sólo se facilita la posibilidad de elección, por parte de los ahorradores particulares, renunciando o no a a la remuneración de su ahorro, para destinarlos a unas ONGs u otras dentro de un grupo tasado y cerrado propuesto por la entidad de banca ética. A ello se limita la libertad de elección concreta del ahorrador en el destino de sus fondos.
  • El papel del ahorrador se ciñe a la aportación de fondos, sabiendo que su destino va a ser más positivo que en la banca tradicional, y disfrutando de una transparencia mucho mayor, pero sigue adoptando un rol pasivo y mudo en cuanto al destino de sus fondos. A lo sumo podrá facilitar la presentación de proyectos de emprendimiento que conozca, en base a su condición de cliente, pero el mecanismo de selección sigue siendo el descrito en el punto 1.

Indudablemente, el modelo de estas entidades supone un salto cualitativo respecto a la banca tradicional. Pero pensamos que los tiempos que corren, exigen una apuesta más decidida y audaz dentro de la banca ética, y que incorpore los siguientes actores y enfoques,  quizás no mayoritarios en nuestra realidad, pero indudablemente con un protagonismo cada vez mayor, como hemos tenido ocasión de comprobar:
  1. Incorporar al modelo de financiación ética un sujeto hasta ahora inédito, pero que de forma creciente empieza a tener un protagonismo impensable hace unos años: el del Ahorrador Ético Activo (AEA). En el modelo actual de las entidades de financiación ética, se sigue tratando al ahorrador como AEP (Ahorrador Ético Pasivo): una persona que tiene su trabajo (o no), que quiere transparencia y responsabilidad con su dinero, pero que no se involucra a través de la banca ética de forma activa en la transformación de su entorno mediante los proyectos concretos que pueden transformar esa realidad. Nuestra experiencia de crowdfunding nos permite vislumbrar de forma nítida un AEA, que yendo más allá de su participación en asociaciones o voluntariados diversos, quiere que su dinero transforme su realidad, sin delegar dicha facultad en un organismo intermedio que puede o no compartir sus criterios a la hora de decidir apoyar unos proyectos u otros.
  2. Un ahorrador que valora mucho la cercanía a la hora de seleccionar los proyectos de emprendimiento a los que financiar: los planes de viabilidad, las cuentas previsionales y los análisis económico-financieros son fundamentales, pero al mismo nivel que la valoración de la urgencia y la confianza que pueden generar proyectos de entornos cercanos (un familiar que va a montar una granja escolar, un amigo que quiere crear un Centro Especial de Empleo, etc)
  3. Un ahorrador que se muestra decidido a involucrarse activamente en la elección concreta de los proyectos que querría financiar con su propio dinero, y que se muestra reacio y crítico a la hora de que su dinero se destine a proyectos en positivo pero de forma genérica, a veces alejados en lo geográfico y en lo que pueden suponer sus prioridades.
  4. Un ahorrador para el que la rentabilidad o la consecución de un retorno financiero supone un aspecto secundario, y a veces totalmente prescindible (como hemos podido constatar claramente en crowdfunding) frente a la posibilidad de transformar su realidad y mejorar su “rinconcito” de realidad. En muchas ocasiones, está decidido a dedicar parte de sus ingresos o de sus ahorros a esta tarea, a cambio de retornos simbólicos o incluso asumiendo que parte se va a perder, pero que la parte que no lo haga y fructifique en proyectos transformadores habrá valido la pena, y justificará las posibles pérdidas, que podrán ser asumidas por él.
  5. Un ahorrador para el que el papel de la entidad de financiación es meramente instrumental: él quiere ser el protagonista y quiere decidir qué proyectos apoyar, y el papel del banco es sólo de asesoramiento, de delimitación del marco positivo de las áreas a impulsar desde la entidad (medio ambiente, cultura, etc) y sobre todo, de creación de productos financieros que faciliten ese apoyo a sus proyectos escogidos, así como el retorno de las cantidades prestadas.
  6. Dicho carácter instrumental en el papel del banco puede llegar hasta tal extremo que, en la fijación de las condiciones de los productos financieros que posibiliten estos apoyos, la entidad pueda simplemente crear el producto (línea de crédito, préstamos entre particulares, etc), acordar las condiciones con ahorrador y proyecto de emprendimiento dentro de unas posibilidades más o menos tasadas, pero incluso llegando a sustraerse en determinados aspectos de problemas de retrasos, impagos, etc que podrán ser asumidos por el AEA.

Este planteamiento, en la práctica supondría que cada uno de los ahorradores, elegiría realmente su entidad de banca ética, para facilitarle simplemente la operativa bancaria para prestar el dinero y que le sea devuelto. Nada más y nada menos. Pero la elección es suya. No quiere dedicar tiempo a tener que buscar al prestatario para darle el dinero o pedir que se lo devuelva, y sólo para eso es para lo que necesita al banco: para crear el marco financiero profesionalizado que permita que estar labor de apoyo financiero activo y ético se dinamice, y se repita en el tiempo. Si la labor de la entidad es buena, el dinero que se presta y se devuelve, rotará de forma rápida, y se podrá apoyar a más proyectos. Y será ahí donde se mida la calidad de esa banca ética en esta área de su negocio. Pero con una contraprestación enorme a efectos de posicionamiento y expansión de la propia entidad: cada persona se convierte en la práctica en una sucursal andante de dicha entidad de financiación ética.

Son sólo dos los requisitos para poner en práctica esta línea de trabajo:
  1. Disposición de las entidades de financiación ética a dar verdadero protagonismo a quien lo tiene: la persona, bien en su condición de ahorrador o de emprendedor de proyectos transformadores. Y como consecuencia de lo anterior, saber situarse en el papel que realmente le debe corresponder: el instrumental de facilitador de ese contacto financiero entre las personas, sin robar protagonismo a quien lo tiene.
  2. Creación del marco jurídico de los distintos productos financieros que permitirían la articulación de la presente propuesta, con la delimitación de los distintos niveles de remuneración, de penalización, de exención de responsabilidad en demoras e impagos, etc…

Hicimos llegar nuestra propuesta concreta a distintas entidades (https://www.dropbox.com/s/p5wvq6haj13o5r8/Presentaci%C3%B3n_propuesta_finanzas1.pdf). Algunas ni contestaron. Triodos Bank sí lo hizo, desde la Dirección de Comunicación (aún esperamos a su Dirección General), aunque hubiéramos preferido recibir otra respuesta: "...en algunos puntos existe cierta distancia con nuestro modelo de negocio. Como usted sabe, en el mundo hay diversas aproximaciones a las finanzas éticas. Cuando se fundó el banco en 1980, Triodos Bank optó por ser un banco como los demás, que pudiera competir con la banca tradicional y demostrar que también desde el sistema financiero, cumpliendo con los mismos requisitos y bajo una estructura empresarial, era posible reinventar la banca....como entidad financiera europea sería preciso un consenso del grupo a nivel internacional para cualquier tipo de cambio en nuestro enfoque de banca". Malas noticias para quienes queremos involucrarnos activamente en la transformación de nuestro entorno concreto con nuestro dinero. Seguiremos intentándolo, no obstante.

martes, 1 de octubre de 2013

Pero, ¿por qué no sois como el resto de los padres?

Imagino que tarde o temprano, y especialmente en la pre-adolescencia, esta es una pregunta que todos los hijos nos hacen a los padres. Y si no estás preparado para ello, quizás más de uno sienta inclinación a pensar lo de "cría cuervos..." Pero los padres no podemos esperar de nuestros hijos una "palmadita" en la espalda por nuestra labor educativa ...Quizás ese sea un gran problema de la Educación actual: ¿no querremos ser amigos de nuestros hijos antes de tiempo? A estapas tempranas, lo que necesitan es un compañamiento amoroso, pero también asentar su criterio y discernimiento para que un día (más pronto que tarde) puedan volar en plena Libertad (que no es otra cosa que con ausencia de miedos) y con total Autonomía. Y no hay nada que cercene más esa libertad y esa autonomía que el estilo de vida que nos hemos/ nos han impuesto.
 
Estamos acostumbrados a que, medio en broma, medio en serio, nuestros niños nos digan que somos muy "hippies", budistas o "raritos"...Pero nos hizo pensar esa pregunta-reproche, no por su contenido manipulativo para convencernos de algo, sino porque cuestionaba mucho de lo que compartimos en este blog en nuestra búsqueda de un mundo mejor para vivir con ellos:  búsqueda de alternativas al estilo de vida "habitual", contacto con la naturaleza, cuestionamiento de los movimientos de masas y de los excesos del consumismo, compromisos solidarios, apuesta por la meditación y la búsqueda de la felicidad interior, etc...
 
Somos conscientes que la semilla de muchas de esas apuestas en nuestros hijos no germinarán hasta dentro de mucho tiempo (si lo hacen). Pero la verbalización de algunas de estas cuestiones evidenciaba hasta qué punto la presión social actúa (¡y de qué manera!) frente a los que apuestan por seguir vías alternativas y diferentes. Y cuando eres adulto no tienes más remedio que aceptar y dejar fluir. Pero cuando aún eres niño, las herramientas para contrarrestar el poder de tantos y tantos "guardianes del sistema" no resulta tan sencillo. Quizás por ello muchos padres opten por no complicarse la vida. Nosotros seguimos buscando un mundo mejor junto a ellos...

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Quiero cambiar mi Realidad con el Arte de Mis Manos

Este vídeo final de la campaña de crowdfunding #Artedemismanos para un Deshidratador Solar desde la Casa de Acogida de Alozaina, con la que nos sentimos muy conectados, resume buena parte de nuestras reflexiones actuales. Una imagen vale más que mil palabras. Y un vídeo así, mucho más.


jueves, 15 de agosto de 2013

Seguimos de búsqueda...ahora por Matavenero

Como todos los veranos, hemos ido a visitar a la bisabuela a su granja en Francia. Y hemos querido aprovechar el desplazamiento para seguir con nuestra búsqueda de referencias de formas alternativas de plantearse la vida. Por eso, subiendo desde Málaga, decidimos desviarnos hacia León, en busca de Matavenero, una iniciativa que conocimos a través del documental "Stop! Rodando en cambio" y que nos llamó la atención. 
Se trata de un antiguo pueblo de casas diseminadas y en pendiente, que fue ocupado hace años por un grupo de alemanes bajo la filosofía Rainbow. Lo que más nos llamó la atención fue la belleza de su entorno: inconmensurable. Se encuentra a más de 7 km de cualquier tipo de asfalto por una pista forestal, y es necesario bajar una empinada pendiente a pie de unos 15 minutos para llegar al núcleo, no apta para urgencias médicas, personas ancianas o sillas de ruedas. Afortunadamente, para los bultos de peso, recientemente han habilitado un pequeño tirolina. Indudablemente se trata de una opción radical, que hoy se ha convertido en alternativa para todo tipo de personas y colectivos: preocupados por el medio ambiente o por los problemas sociales, punkies, pasiegos, yoguistas,...Una heterogeneidad tal, que resulta tan sorprendente como las casas que van surgiendo en la montaña: algunas toda una obra de arte, y otras simples lonetas con formato "chabola".
Tratamos de mezclarnos con la gente para conocer sus impresiones durante las 24 horas que pasamos allí. Muchos de ellos son de otras nacionalidades y no era fácil. Pero percibimos que, salvo excepciones (lo que nos permitió instalar nuestras tiendas de campaña bajo un esplendoroso castaño), la hospitalidad y la acogida no era el fuerte del lugar. Quizás porque quieran ahuyentar al curioso y evitar invasiones no deseadas.
Tuvimos la suerte de conocer a una alemana (ya viviendo fuera del pueblo), quizás una de las iniciadoras del asentamiento, hace 15 o 20 años, y a su hija, habitante del sitio desde los 6, y ya con un niño de 9 años. Tres generaciones de habitantes de Matavenero en una misma familia. Nos habló de sus sueños, de sus motivaciones, y de la enorme dificultad para encontrar un equilibrio entre la plena libertad y la existencia de una estructura mínima de organización y normas que permitieran una convivencia pacífica entre gente tan heterogénea. No pudimos evitar vislumbrar en ella un cierto "tic" nostálgico al ver hoy en su nieto actitudes que precisamente la habían llevado a lanzarse a la aventura de Matavenero.
También nos hizo pensar mucho las palabras de otro alemán, con un perfecto español, que destacaba la ausencia de unos principios o una filosofía común aglutinadora como uno de los grandes activos del sitio. A pesar de estar muy ilusionado con su opción de vida allí, principalmente por ser un sitio de "posibilidades", reconocía esa misma pugna entre libertad y estructura. Para muchos, reconoció, Matavenero se había convertido en un lugar de "sueños rotos", al que cada uno venía con una historia personal más o menos dura, y en el que apostaba todas sus expectativas e ilusiones.
Esta familia de 3 hijos busca mundo diferente para vivir. La opción de Matavenero tiene cosas muy interesantes: un paisaje maravilloso, la ausencia de prisas, el respeto a los ritmos de la naturaleza y el cuidado del agua y el medio ambiente. Pero el enfoque de convivencia y el tema de los valores o principios no es el nuestro. También nos gustan esos aspectos en el enfoque de vida de la bisabuela francesa. Pero no queremos una vida tan aislada y desconectada del mundo. Continuamos la búsqueda, incorporando al zurrón lo bueno de lo que vamos conociendo.

jueves, 25 de julio de 2013

Vivir con menos sin ser menos

Soy madre trabajadora con tres niños. Hace tres años tomamos en familia una de las más acertadas decisiones: pedirme la media jornada. Y he dicho “una de las más acertadas decisiones” porque nunca pude imaginar en su día que tomar un paso que implicaba la consiguiente reducción de sueldo y, por ende, de los ingresos familiares, iba a repercutir de una forma tan positiva en todos los ámbitos de la familia. Y el más mundano de estos ámbitos es precisamente el que hoy voy a tratar: el de la economía.
Ya he mencionado anteriormente en otros posts que me considero una “maruja” poco convencional, un híbrido entre “mamma” italiana, mi abuela “guerrera”, “hippy”-alternativa, y directora de empresa. Pero lo que menos me podía esperar es que, además, mi tiempo fuese de verdad “de oro”. Y digo esto porque algunas amigas y compañeras me advirtieron de lo duro que sería menguar sustancialmente los ingresos familiares. Sin embargo (y no sin asombro), a lo largo de estos años hemos visto que nuestro estilo de vida no sólo no ha empeorado, sino que su calidad ha mejorado sustancialmente sin que afecte a nuestro bolsillo. ¿El truco? Nada de sobres, como se estila últimamente en los contornos políticos; llana y simplemente VIVIR CON MENOS.
Me he enterado hace poco que esto tiene un nombre: “Teoría del Decrecimiento” (os aconsejo, para los que necesitéis visibilizar que otros estilos de vida son posibles, la película “Stop! Rodando el cambio” en http://youtu.be/hGqpf3RX0Ik), pero a mí los nombres no me sirven de mucho: prefiero los hechos.
Antes, normalmente, iba al supermercado una vez por semana, y la tarjeta “echaba humo” con cantidades que nunca bajaban de los 150€. Ahora, rara vez supera el 50% de dicha cantidad.. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, no compro postres elaborados: mis hijos hacen el yogurt y yo las natillas, las galletas, los bizcochos y los helados. También hago el pan, el jabón de manos y el de lavadora (pronto conseguiré hacer champú). Para comprar la fruta y la verdura voy al mercado, y si está barata, compro de más y hago conservas. Ahora mismo, sin ir más lejos, estoy experimentando secando tomates y pimientos al sol.
Seguro que algunos, a estas alturas, dirán: “Si, hombre, pero para eso se necesita mucho tiempo...”. Ya, eso precisamente. Yo cambié parte de mi sueldo por tiempo, y le estoy sacando buen rendimiento. Estoy más tiempo con mis hijos, nos alimentamos mucho mejor, y mi calidad de vida ha mejorado muchísimo (sigo teniendo mis momentos de estrés, pero disfruto más de mi vida a mi propio ritmo...). Sin duda, creo que todos hemos salido ganando.
No quiero con este post convencer a nadie, sino simplemente mostrar que vivir con menos conscientemente es posible. Esta sociedad en la que estamos nos persuade de que vivimos en la era de lo instantáneo porque “el tiempo es oro”, pero es ese “oro” que tanto perseguimos el que nos hace, a la larga, perder nuestro tiempo.

lunes, 24 de junio de 2013

El flautista de INEM-lin

Desde hace unas semanas estoy trabajando en una oficina de (des)Empleo. Me siento como un corresponsal de guerra, testigo de un cuento "macabro" en el que desempleados y funcionarios danzamos hipnotizados al son de una música que nos han puesto, y tras la cual andamos, sin hacernos las preguntas clave para salir de esta hipnosis colectiva: "¿POR QUÉ?" y "¿PARA QUÉ?".
Hace tiempo que me hablaron del concepto de "Mente-Colmena". Al principio me pareció algo exagerado, pero mi experiencia actual me hace constatar que es una gran realidad, y desgraciadamente (si no lo evitamos) en franco crecimiento. Según ese concepto, las personas servimos en la medida que contribuimos al bien colectivo superior, como si de hormigas o abejas se tratara. No pasa nada si es necesario sacrificar por el camino a los individuos que sea preciso (con deshaucios, esquema esclavizantes de desempleo o recortes sociales). Todo sea en pro del todopoderoso y teórico "Bien Común". Lo peor de ese esquema es que perdemos nuestra individualidad, nuestra esencia más sagrada, ese "yo" que nos hace únicos. Y nos vemos sometidos a las directrices que nos marca nuestro "flautista" de turno, creyendo que siguiendo su música estamos salvados y disfrutaremos de salud, dinero y amor...Sin embargo, si no somos capaces de tener un mínimo de criterio, y de capacidad crítica; si no somos capaces de salirnos del redil y actuar como "ovejas negras"; si no actuamos en base a nuestra individualidad, estaremos sometidos a la tiranía de nuestra "Abeja Reina".
Efectivamente, el anterior párrafo podría sonar apocalíptico y exagerado. Pero sólo pretendo gritar en alto lo que veo en mi "día a día", por si a alguien le apetece despertar de esa hipnosis, y dejar de seguir la música del flautista, o salir huyendo de su colmena.
Cuando entré en el Servicio de Empleo de mi Comunidad Autónoma, y participé en las jornadas iniciales de formación, aspiraba a una formación más o menos completa dirigida a mitigar tanto dolor colectivo por el desempleo y los recortes. En los últimos meses se han despedido a más de 800 personas en Empleo, y aunque no cabe buen servicio en Empleo si no se crean oportunidades desde las empresas y el emprendimiento, qué menos que dar asesoramiento y orientación, un poco de empatía y asertividad...Mi gozo en un pozo...Los 4 días se dedicaron exclusivamente a profundizar en la herramienta informática que mantiene perfectamente clasificados a nuestros desempleados. Una herramienta a la que los técnicos de toda Andalucía dedican el 100% de su tiempo. De inmediato hice la pregunta de rigor: ¿Para qué sirve realmente eso? ¿Por qué nos hemos convertido en verdaderos expertos de la clasificación de ratones-desempleados? La música del flautista ya se había apoderado de mis compañeros...Vale más un sueldo seguro, que plantearse cosas trascendentes. En los mejores tiempos nuestro servicio intermedió en el 9-10% de los contratos de trabajo que se firmaban; ahora en el 2% de lo poquísimo que se firma. Estamos, pues, todo el día rellenando formularios de clasificación de nuestros desempleados para meros efectos estadísticos. Uffff....¿Y no valdría dedicar un poco menos tiempo a esa labor, y un poco más a la orientación, al reformzamiento de las capacidades para la empleabilidad, a la motivación hacia la búsqueda activa de empleo o el emprendimiento? Como mis preguntas no parecían ser escuchadas por la música del flautista, las puse por escrito junto a una batería de propuestas, esperando que mis jefes actuaran como tales y se dedicaran a administrar, que no es otra cosa que gestionar los recursos escasos que podamos tener. Nada más lejos de mis intenciones: ya están totalmente abducidos por la "musiquilla diabólica", y se conforman, como en servicios centrales, con maravillosas estadísticas de tiempos de espera y de atención a los usuarios. Eso es lo que tiene la "mente-colmena": que crea magníficos sistemas de auto-justificación y de apaciguamiento de nuestra mente. De intermediar, lo que se dice intermediar, poco. De "políticas activas de empleo" (que es a lo que paradógicamente nos dedicanos), menos aún. Ahora sí: ¡tenemos organizado un sistema de citas, que es la envidia de las "ratitas" del lugar!. Todas en fila india, organizadas en turnos de 15 minutos, para evitar aglomeraciones y sobre todo conatos de rebeldía ante la situación. Todo muy civilizado.
Una pena que, los que tenemos trabajo a este lado del escritorio, nos sintamos tan "a gustito" cobrando por mirar a la pared (que es realmente para lo que sirve nuestro trabajo actual).
Pero aún es más penosa la situación en la parte de los demandantes de empleo. Miles de personas a las que atiende mi oficina, con verdaderos dramas familiares, y que se encuentran poseídos por esa "maligna música flautera". Vienen a la oficina en un ritual programado, repetido hasta la saciedad desde hace años, a renovar su tarjeta de demanda para que no caduque, cada 3 meses. Por supuesto, ya lo pueden hacer por Internet, por el móvil, todo muy civilizado....Pero de nuevo: ¿para qué?. No se trata sólo de que no hay ofertas de trabajo, y que la "abeja reina" ahora mismo no tiene nada para darles de comer. No se trata sólo de que sería mejor que dedicaran sus esfuerzos a crear su propio trabajo, a plantearse emigrar, o a reenfocar sus vida. No. Se trata de que cuando reviso los perfiles informatizados de estas personas que vienen "religiosamente" a sellar, los tienen  vacíos completamente. Es decir, que vienen a sellar, teóricamente para mantener una antigüedad, y creyendo que el flautista o la "abeja reina" les "sacará de esta", pero sin ni siquiera saber que sus fichas, tan inmaculadas, jamás podrán llamar la atención de una oferta de trabajo....¿Para qué?....¿Por qué?...Elemental querido Watson...
Afortunadamente, aún quedan ovejas negras. Personas que se han puesto "tapones" en los oídos para no escuchar al flautista. Gente que, al doblar la esquina, se sale de la cola de la colmena, y decide emprender, buscar su propio camino, a veces incluso emigrar o cambiar de vida...Buscar en su interior la respuesta a la grave situación que vivimos, y no esperar a que los "flautistas de turno" se la resuelvan...Esa gente merece toda mi atención y esfuerzo. Ellos son el sentido de mi trabajo actual. Con ellos me vuelco en tiempo y esfuerzo, aunque ya me hayan dado algún toque de atención por salirme de los tiempos establecidos en las estadísticas...Pero yo siempre llevo mis tapones de repuesto en el bolsillo: esos que me permiten escuchar a mi conciencia, antes que a jefes, políticos o "musiquillas de pacotilla".

martes, 4 de junio de 2013

Lo hicimos porque no sabíamos que era imposible

A lo largo de estos meses de incesante búsqueda de un mundo diferente para vivir junto a nuestros 3 hijos, ha habido mucha gente que nos ha preguntado en qué acabará dicha búsqueda: ¿quizás en mudarnos a otro país?; ¿quizás en trasladarnos al campo a vivir una vida más en contacto con la naturaleza?; ¿quizás en cambiar de trabajo?; ¿quizás en incrementar el compromiso con alguna ONG o proyecto social?; ¿quizás en cambiar de hábitos alimenticios?; ¿quizás en ayudar a impulsar alguna alternativa política? Alguna de estas alternativas ya están en marcha, y a otras les respondemos: "puede ser..." Pero lo que seguro, seguro, seguro que implica esa búsqueda de un mundo diferente para vivir es el convencimiento de que es necesario engañar a nuestra mente.

Observamos con preocupación hasta qué punto nuestro entorno, nuestros hábitos, los medios de comunicación y nuestra propia educación condicionan y limitan hasta grados insospechados nuestras posibilidades y potencial como seres humanos. El "no se puede" o "no se debe" preside gran parte de nuestro "hacer" y nuestro "pensar". Pero, realmente, ¿quién decide eso salvo yo mismo?

Ayer fui a pasear en bici con mis 2 hijos más pequeños. Dimos una vuelta larguísima. Y ya casi anocheciendo, quisimos dar una sorpresa a su madre, yendo a recogerla a su trabajo. Pero para ello era preciso subir una larguísima y empinadísima cuesta. Mi hija pequeña tiene una bici muy básica, sin marchas ni nada, y apenas lleva unos meses sin ruedines pequeños. Por eso quise animarla a que lo intentara, sabiendo que "era imposible" que la subiera sin bajarse de la bici ni poner un pie en el suelo...Que ni yo mismo sería capaz de hacerlo...Y la reté con una apuesta en broma...Pero ella no sabía que era imposible...Y allí fue ella con sus 7 añitos, subiendo la cuesta puesta en pie "a lo Indurain" hasta llegar a la cumbre...Mi boca me llegaba al suelo de asombro...

Estamos seguros que ese "mundo diferente" es de los que son sordos...Pero no porque tengan problemas de oído, sino porque no están dispuestos a escuchar las tonterías que los demás nos dicen sobre nuestras limitaciones...Y por sordos, son capaces de hacer lo imposible porque no sabían que lo era...

Nuestra mente trata de dominarnos por completo, y la opinión de los demás no hace sino ayudarla...Pero nosotros somos mucho más que nuestra mente...Si nos lo creemos de verdad, o si nos hacemos sordos a lo que nos digan...

En una conferencia super-simpática de Omar Villalobos hablando precisamente de estos temas, cuenta cómo la madre de Dalí, de pequeño, no paraba de decirle lo siguiente: "Salvador, hijo mío, dibujas como los dioses..." ¿Os imagináis lo que podríamos hacer si nos convenciéramos o nos convencieran de que es posible lo imposible? ¿Acaso no cambiarían muchas cosas en nuestros trabajos, nuestras familias, nuestra política o nuestra economía? Dalí se lo creyó...Y acabó siendo un "dios de la pintura"...Y digo yo, como Omar: si no paran de engañarnos los políticos, los anuncios de televisión, la historia, o incluso nuestros padres para que nos tomemos la sopa, ¿por qué no engañar nosotros a nuestra mente para encontrar ese mundo mejor a base de "imposibles"? Nosotros lo estamos empezando a poner en práctica, y los resultados son alucinantes.

domingo, 19 de mayo de 2013

La Ley Mordaza en mi pueblo

Después de casi 5 meses sin noticias de prensa, radio ni televisión, no por "pasotismo" sino por una decisión meditada de controlar y encauzar nuestras energías, y no que nos las encaucen a base de telediarios, esta semana nos hemos encontrado de bruces y en primera persona con esas noticias que deseábamos evitar. La cercanía obliga. 

Hemos dudado sobre el título a poner a este post, ya que no sabemos si se debe a un exceso de afán recaudatorio, a un decidido cercenamiento de las libertades, a una extralimitación o desproporcionalidad  en la aplicación de las leyes, o a un cúmulo de todo lo anterior...Pero lo cierto es que, si no lo hubiéramos visto con nuestros propios ojos, pensaríamos que es una exageración, o el guión de una película de Almodóvar. Quizás cualquiera de estos títulos valdría:
"¡Cuidado! Estado de excepción en tu calle"
"Te pueden humillar a tí también..."
"Si no lo veo no lo creo..."
"Retrocediendo 50 años..."

Resulta que, una amiga cercana de la familia ha vivido con perplejidad y sensación de surrealismo, cómo uno de sus hijos, menor de edad, era denunciado y posteriormente multado  por el peligrosísimo delito de esperar él y otros 3 amigos a un quinto amigo junto al portero automático de éste último, con una botella de agua en la mano, mientras bajaba de su casa. Me la imagino buscando la cámara oculta cuando se presentó ante el jefe de la Sección de Salud, Consumo y Sanciones del Ayuntamiento, y éste le espetó que la ley no aclara qué tipo de bebidas, y por lo tanto, el Ayuntamiento había decidido aplicarlo de manera amplia. Es más, al hacer el correspondiente recurso o pliego de descargo, le indicaron que lo mejor sería pedir perdón (¡¡humíllate, pecador!!) y comprometerse a no volverlo a repetirlo. ¡¡No volver a repetir ¿qué?!! ¿Charlar con los amigos en la calle? ¿Pararse a saludar a los vecinos? ¿Llenar la botella de agua en una fuente? 

El Ayuntamiento se siente amparado por el artículo 8.1 de la ley 7/2006 andaluza ("Constituirán infracciones leves...1. La permanencia y concentración de personas que se encuentren consumiendo bebidas o realizando otras actividades que pongan en peligro la pacífica convivencia ciudadana fuera de las zonas del término municipal que el Ayuntamiento haya establecido como permitidas") y la sanción prevista puede ser de apercibimiento o multa de 300€ a 3.000€ en caso de reiteración. Y como este municipio no tiene ninguna zona habilitada para que los ciudadanos se concentren en un "botellódromo", tiene la excusa perfecta para sancionar a "todo bicho viviente" que decida concentrarse en la vía pública más de 15 minutos o saciando su sed. Así que, lo mismo es ir tomando una botella de agua mientras haces "footing" en el paseo marítimo, que si te "metes" a" pulmón" una garrafa de 15 litros de tequila con tus colegas en medio de la plaza del pueblo.
"Quien hace la ley, hace la trampa". Y con un texto legal, inicialmente planteado para evitar los "botellones", el Ayuntamiento se está "hinchando" de recaudar, de meter el susto en el cuerpo a los "imberbes", y de lograr una "mala leche" reconcentrada en los padres de los adolescentes, que son quienes deben hacer frente a las multas.

Al principio pensé que habría sido una episodio casual, puntual y anecdótico. Pero en localidades tan pequeñas como las nuestras, las noticias vuelan, y ya son demasiados los casos similares que nos han llegado de gente multada por lo que tradicionalmente ha constituido nuestra forma de ser abierta y sociable: que si una pandilla de amigos multados tomando "pipas" al sol en la playa; que si una anciana apercibida porque sus nietos jugaban a la pelota en la calle en vez de reservar pista en el polideportivo municipal; que si un camarero que salía a la calle a servir copas en una terraza y la policía creyó que estaba de "botellón"....

Todo esto parecería una broma. Pero en un pueblo tan castigado por el desempleo, los desahucios, o los recortes sociales, multar a la gente por pararse a hablar en la calle, o por beber "a morro" una Pepsi, parece la forma idónea para alentar el "cabrero supino" y una indignación que podría no acabar muy bien. Ya llueve sobre mojado. 

Parece que está de moda prohibir, prohibir, y prohibir... Si no lo crees, échale un vistazo a la ordenanza de convivencia y civismo de mi pueblo...A veces me pregunto cuánto estaremos dispuestos a aguantar...




sábado, 11 de mayo de 2013

¿Ser feliz o tener razón?

Con la enorme crispación que reina en nuestra actual situación económica, política y social, y con tanta gente debatiendo sobre cuál es la solución verdadera para salir de ésta, escuché una frase que casualmente volvió a llegarme hace poco en una imagen de Internet, y que creo que deberíamos preguntarnos varias veces al día...Probablemente nos iría a todos mejor...


domingo, 28 de abril de 2013

Sin palabras

Paseando por un pueblo granadino hace unos días, leímos esto en una farola. No se puede expresar mejor la desesperación de tantísimas familias, su búsqueda de una salida como sea, y el anhelo por un mundo mejor para los hijos...


domingo, 14 de abril de 2013

El día en que os marchéis

Pocas veces, un artículo resume tan bien muchas de las ideas que, a lo largo de muchos meses, hemos ido compartiendo aquí en relación con la educación y los hijos. Este, de Pedro Simón, lo hace, y por eso lo reproducimos íntegro y os ponemos el enlace para que lo localicéis. Sin duda es un gran acicate para encontrar ese mundo diferente en nuestro "día a día":

"El día en que os marchéis, lamentaré no haberme manchado más, haberme pintado la cara tan pocas veces, no haber aguantado más tiempo tirado en la hierba, haber arriesgado tan poco, ya veis, no habérmela jugado más por el desfiladero de vuestros silencios y la tirolina de vuestros ruidos.    

El día en que os marchéis, añoraré el desorden de esta nada y este todo tirado por el suelo, las zapatillas puestas del revés y vuestro escrache madrugador y a pie de cama, las gominolas de tiburones y los abordajes de bucanero en la cubierta del sofá.

El día en que os marchéis, habrá cosas que no vuelvan, lo sé. Y haré inventario de todas aquellas cosquillas que no hice: las cosquillas de antes de acostarnos y las de recién levantados, las que curaban como un Dalsy de dedos y las que cicatrizaban la niebla y la angustia. Las que habrían hecho que el mundo se partiera.

El día en que hayáis crecido y os marchéis y cerréis la puerta y quede el felpudo haciendo burla en la entrada, vendrá todo el tiempo libre del mundo como una broma. Y entonces ya nunca nadie dirá: "Papá, ¿juegas conmigo?".

(...)

Todo está en el épico 'Pulgarcito'. En la lisérgica 'Caperucita Roja'. En el tramposo de 'Pinocho'. O en el propio Wilde, que tuvo dos hijos y poco tiempo para andarles con cuentos. "Los niños comienzan amando a los padres", decía, "cuando ya han crecido, los juzgan; y algunas veces hasta los perdonan".

Andamos por aquí toda una cuerda de padres arrastrando las cadenas con sentimiento de culpabilidad. Porque cuando no son los deberes que tienen ellos, son los deberes que nos ponen a nosotros. Perdiendo el tiempo con un calendario infantil que hemos convertido en cuartel y en cuenta de resultados. Perdiendo los días en imponerles la paz en constante pie de guerra. Perdiéndonos/perdiéndolos idiotizados por el mañana cuando lo que tenemos delante es el hoy. 

A todo esto se nos van. Y a lo peor, cuando lleguemos, ya no están. O están lejos, que es otra forma de ausencia.

Al tiempo: el día en que se marchen, lamentaremos haber arriesgado tan poco.

(...)

Este domingo quedamos en la calle, chicos. Me pido ponerme de portero, hacer el payaso como en las fotos del primer álbum, no discutir por lo importante, sino por tonterías; apurar este trago ávidamente, mandar el móvil de una patada hasta la Osa Mayor, y no tener prisa por dormir si es que hay amaneceres menores.   

Ya tenemos una edad.

Vosotros.

Yo.

Todos los lunes me digo que empezaré este sábado.

Espero que no sea demasiado tarde."

http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/asimplevista/2013/04/09/el-dia-en-que-os-marcheis.html

domingo, 7 de abril de 2013

Grito de libertad en una poesía



Recientemente, mi mujer me leía en voz alta un trozo del libro "El mundo amarillo", de Albert Espinosa (muy aconsejable) en el que se hacía referencia a una poesía de Gabriel Celaya que creo que es una de las más concisas y directas llamadas a la libertad, por contraposición a lo que vivimos, por desgracia, desde pequeños. Espero que os remueva tanto como me removió a mí:





"AUTOBIOGRAFÍA
No cojas la cuchara con la mano izquierda.
No pongas los codos en la mesa.
Dobla bien la servilleta.
Eso, para empezar

Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece.
¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?
Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero.
Eso, para seguir.

¿Le parece a Ud. correcto que un ingeniero haga versos?
La cultura es un adorno y el negocio es el negocio.
Si sigues con esa chica te cerraremos las puertas.
Eso para vivir.

No seas tan loco. Sé educado. Sé correcto.
No bebas. No fumes. No tosas. No respires.
¡Ay sí, no respires! Dar el no a todos los "no"
y descansar: Morir"

jueves, 21 de marzo de 2013

Un mundo de dependencias


En el capítulo uno del Manual de Uso que nos deberían dar a todos los padres a la salida del paritorio, debería poner en letras mayúsculas y bien grandes cuál es el objetivo de cualquier padre o madre: "IMPULSAR LA AUTONOMÍA DE SU HIJO/A, Y ENSEÑARLE A VOLAR".
Dicen que venimos al Mundo a aprender. Yo le añadiría: "a ser libres". Sin embargo, cada vez más creo que nos va a tocar estudiar en verano, y que nos van a dejar la asignatura para septiembre. Por un lado,  nuestro sistema parece pensado para todo lo contrario (crear dependencias que acaben desembocando en un consumo compulsivo): quien no tiene un coche de un cierto nivel, o incluso su segundo o tercer vehículo, se siente un "bicho raro"; quien no está a la última en las noticias o en el último gadget de Apple, es percibido como un auténtico "paria" social; quien no se puede ir de vacaciones, o permitirse peluquería todas las semanas, resulta casi "marciano"; y quien durante estos años no era recibido por el director de su sucursal bancaria, era casi un "don nadie". Pero todas estas aparentes "medallas de status" en realidad son una soga que nos hunde cada vez más en el pozo de la dependencia, y nos aleja de nuestra verdadera esencia: la de SER LIBRES.
Y nosotros, los padres, madres y educadores, sin saberlo ni quererlo, nos convertimos también en verdaderos impulsores de la dependencia de nuestros hijos y alumnos. Quizás porque necesitemos verles dependientes de nosotros para encontrar nuestro sentido en la vida, y ocultar con su enganche a nuestro cordón umbilical nuestra propias carencias en la asignatura de la libertad. Pero sin darnos cuenta que, con ello, les abocamos a la esclavitud de la dependencia.
No puedo evitar que se me pongan los "pelos como escarpias" cuando acompañando a mi hija a piscina, observo que niños de 9 a 12 años, algunos incluso por encima de los 50 kilos, son vestidos y desvestidos por sus madres, totalmente desencajadas ante la magnitud de la tarea y el pose "marajá" del menor. Y me entran "salpullidos" viendo el enorme sufrimiento de las madres del colegio, ante el próximo viaje de fin de curso de nuestros hijos de 12 años al acabar en 6º el colegio: ¡niños que nunca han dormido fuera de su casa o sin sus padres, con el pánico que representa para éstos que pasen 2 o 3 noches fuera de casa en dicho viaje! ¡Menudos padres deben pensar que somos mi mujer y yo cuando desde los 5 años nuestros hijos se van de acampada con los Scouts, haga frío o llueva, durante períodos de 3 a 15 días! ¡Claro que te acuerdas mucho de ellos, y pienas si estarán o no bien abrigados...! Pero bien sabes que un resfriado por descuidarse en el abrigo, es el mejor antídoto para el siguiente resfriado, y una inversión para una personalidad autónoma, independiente y con capacidad de criterio y decisión.
Si los padres, desde que salimos del paritorio no pensamos, casi a diario, que nuestro principal cometido es facilitarles el vuelo a nuestros hijos un día, y les preparamos (y nos preparamos) para ello, les estaremos haciendo un flaco favor, y les estaremos encarrilando hacia las filas de los dependientes de este Mundo.

martes, 19 de febrero de 2013

La vida sin noticias: activismo por ignorancia


Quienes me conocen saben que siempre he sido un "forofo" de la actualidad: he devorado telediarios, tertulias, documentales, periódicos y cuanto caía en mis manos, que me permitiera estar a la última. Era una mezcla de hobby y una mezcla de interés por formarme una opinión contrastada de casi todo, para luego poder personalizar mi criterio, buscando el punto medio a base de escuchar a unos y otros.
Sin embargo también esto ha formado parte de nuestro profundo cambio actual: llevo 3 meses sin saber absolutamente nada de la actualidad. Nada de nada.
Vi que algo debía hacer cuando me observé alterado ante la interrupción de alguna noticia del telediario por mi hijo, cuando me iba a contar alguna hazaña de su jornada escolar. ¿Cómo podía estar tan poseído por noticias de corrupción, recortes o primas de riesgo, como para priorizarlas frente a algo verdaderamente importante para mi hijo, para mi familia? Apagué el televisor.
Al principio fue muy raro, ya que ligamos momentos de nuestro "día a día" a esa actualidad (el rato del almuerzo frente al telediario, o el del trayecto al trabajo oyendo la radio...). Y no me ha sido fácil sentirme al margen de muchas charlas de pasillo o de café. Pero poco a poco he ido logrando separar mi cotidianeidad de las noticias, y la verdad es que reconozco que creo haber salido ganando con creces.
Algunos de los amigos o compañeros con los que lo he comentado me dicen que les apetecería hacer lo mismo. Que la actualidad no hace sino trasladarnos miedo, crispación, desesperación, frustración...Pero que hacer eso sería como entrar en un "pasotismo" poco menos que intolerable. No sé si lo mío se puede o no llamar "pasotismo". Pero yo lo considero como un profundo acto de militancia y de activismo: me niego a que mis pensamientos estén todo el día rondando el miedo o la frustración a merced de grupos de opinión y lobbies con sus propios intereses o tratando de reaccionar frente a ellos; reivindico un amplio espacio para mi presente y el de mi familia, más allá de la agenda política o judicial de turno; quiero que mis energías se focalicen en mi "aquí" y en mi "ahora", como forma real de aportar algo a este mundo, y no estoy dispuesto a que mi mente esté dominada por pensamientos reiterativos plenamente encaminados a crear estados de opinión pública y actuaciones colectivas. Creo que esta decisión me está permitiendo dedicarme a cosas mucho más importantes últimamente.
He oído en el ascensor que en la actualidad mandan algunos asuntos de "sobres", una renuncia histórica del Papa o algo sobre asteroides...Pero ni me quita el sueño no saber detalles ni afecta a mi verdadera realidad...No está mal
Lo único que siento es que mi aportación a la actualidad, como "Familia de 3 hijos", participando en muchos "saraos" frente injusticias que se están produciendo, lógicamente se ha visto mermada. Pero esa energía os aseguro que la estamos empleando bien y en direcciones concordantes con la consecución de ese "Mundo Mejor" al que aspiramos como familia.


jueves, 24 de enero de 2013

La crisálida

Llevamos ya muchas semanas sin escribir en este blog. Sabéis que, desde el principio, queríamos hacer del blog un ámbito de encuentro de complicidades en la búsqueda de un mundo diferente para vivir. Y con ese planteamiento, no mandan las nuevas tecnologías, ni la búsqueda de mantener o incrementar seguidores, ni tratar de fidelizar a nadie. Prima la VIDA. Y esa vida nos llama en estos momentos a encerrarnos en nuestra crisálida. A mantener largas jornadas de reflexión, con la vista puesta en el enorme cambio que a muchos niveles se está produciendo.
No hemos dejado de escribir por desgana, ni por desilusión en cuanto a los objetivos del blog. La vida nos llama a interiorizar lo que estamos viviendo. En cierto modo, gran parte de lo que había que decir, está dicho. La invitación a despertar en muchos ámbitos de los que hemos ido hablando en este blog ya está hecha. Cada uno debe encontrar su ámbito de interpelación, y darse cuenta que el mayor de los cambios para vivir en un mundo diferente, debe producirse en el interior de cada uno. Es de ahí de donde ha de surgir una hermosa mariposa. Los cambios de estructuras, la evolución de las ideologías, y el despertar colectivo ante tantas injusticias deben partir del enorme universo que cada uno tenemos en nuestro interior. Pero eso exige escucharlo. Y fuera hay mucho ruido.
Ha habido también graves circunstancias familiares, como el reciente fallecimiento de mi madre, que han acrecentado esta necesidad de silenciar el ruido exterior en nuestra crisálida, con una fuerte llamada a vivir lo auténtico de la vida, el amor de los más cercanos, el calor de lo sencillo, la dulzura de lo intangible, el sinsentido de lo material o de la acumulación de posesiones, títulos o reconocimientos. Sólo un desapego verdadero y coherente y la necesidad de priorizar el amor a los que nos rodean constituyen la tarea fundamental de nuestra existencia. Y sólo eso nos llevaremos cuando nos llegue nuestra hora en esta vida.
Es momento de cambio. No nos queda la menor duda. Pero sobre todo interior.