domingo, 29 de julio de 2012

Contra los virus que nos gobiernan, ¿usas "Melapela" o "NoMeLoTrago"?



Hace varias semanas tuve una fortísima reacción alérgica. Sufro de alergia primaveral, pero aquella reacción era algo fuera de lo común... Curiosamente, esto me ocurrió justo después de la noticia del rescate a Bankia. Fue así como detecté que mi alergia se debía a tanta y tanta mentira, a tanto insulto a nuestra inteligencia. Y mi tratamiento consistió en una buena dosis del genérico NMLT ("NoMeLoTrago") ya que no uso marcas como el "Melapela", aunque sé que lo usa una gran mayoría silenciosa. Pero yo soy de las del "Lea las instrucciones de este medicamento y consulte a su farmacéutico", y he visto que el "Melapela" genera somnolencia y adherencia al sofá, mientras que el "NoMeLoTrago" me da vitalidad, me llena de energías...¡Vaya, que me entran unas ganas de coger una pancarta y cantarle las cuarenta a más de uno...!

Así que os cuento mi tratamiento, que me ha dejado como nueva, por si os sirve. Si os aplicáis alguna otra dosis, me contáis:
-El Gobierno dice que comprende el malestar de los españoles, pero es inevitable. No hay alternativas. NMLT
-El Gobierno dice que estos sufrimientos son necesarios. Pero saldremos de la crisis. ¡No lo podemos dudar! NMLT
-Con los recortes lanzamos señales inequívocas a los mercados: la prima por las nubes y la bolsa por el infierno. NMLT
-El Gobierno dice que la mayoría silenciosa aprueba sus reformas. NMLT
-Has vivido por encima de tus posibilidades. Los bancos no. Hay que rescatarlos. NMLT
-El Ministro Wert dice que las protestas por los recortes se basan en prejuicios. NMLT
-¡Qué mal Rato! Debemos indemnizar al banquero que se retira por su buen hacer. NMLT
-Las promesas electorales no sirven al llegar al poder: hay que adaptarse a las circunstancias NMLT
-Los políticos no mienten: se adaptan a las circunstancias. NMLT
-Banqueros y políticos no roban: sólo cogen prestado y devuelven con intereses. NMLT
-Los recortes sociales son por el bien común. NMLT
-Los políticos dicen: no podemos hacer nada, nos lo impone la UE ¿Sus privilegios también? NMLT
-La UE recuerda que España DEBE cumplir sus recomendaciones. ¿Recomendaciones? NMLT
-No podemos hacer nada: estamos a merced de los mercados. NMLT
-El dispositivo de seguridad para cumbre BCE en Barcelona, así como los cuadros del Congreso son a precio módico y razonable. NMLT
-Hay que hacer esfuerzos en favor de la Banca porque la Banca somos todos. NMLT
-Sólo se rescatará a la Banca con el dinero justo y necesario. NMLT
-Lo de Bruselas no es un rescate con condiciones. No estamos intervenidos.  NMLT
-Los que protestan son sólo unos pocos exaltados anti-globalización, gamberros y perroflautas. NMLT
-En Educación, subiremos la ratio de alumnos por clase, pero manteniendo la calidad de la enseñanza. NMLT
-Los recortes en Sanidad son una magnífica oportunidad para volver a la medicina alternativa y de nuestras abuelas. NMLT

Cuando te notas síntomas, ¿tú cuál tienes en tu mesita de noche, "NoMeLoTrago" o "MeLaPela"?

viernes, 20 de julio de 2012

Del Estado de Bienestar al Estado de Bienser


Vivimos tiempos convulsos donde lo que pensábamos inamovible tiembla bajo nuestros pies. Y el que parecía "sancta sanctorum" de nuestro sistema, su gran piedra filosofal, también. Y acudimos ahora a nuestro "muro de las lamentaciones" reclamando nuestro (ahora) huidizo Estado de Bienestar.
Este modelo general del Estado y de la organización social por el que el Estado provee ciertos servicios o garantías sociales a la totalidad de los habitantes de un país, ya no es lo que era. Parece que estas medidas dirigidas a mejorar la calidad de vida de la población, están en franca retirada.Yservicios públicos tales como la sanidad, la educación, los servicios de ayuda a las familias, los  servicios sociales y la vivienda social, las transferencias sociales (pensiones de vejez, viudedad y discapacidad), las intervenciones del Estado para proteger al ciudadano  en su condición de trabajador, consumidor o residente, o las intervenciones públicas encaminadas a producir buenos puestos de trabajo quizás sólo las veamos en un futuro en los libros de historia.
Parecía que el Estado de Bienestar era indisoluble de nuestra realidad. Y un buen día (¡justo ahora!) nos despertamos de este sueño, y resulta que no. ¡Que no lo teníamos ganado! ¡Que no era una situación intrínseca con nuestra evolución como sociedad!. ¡Que estaba condicionado!. Y que si costó décadas llegar hasta ese nivel de Estado de Bienestar, han bastado días para que se esfumase. Se demostraba, con ello, que no era más que una zanahoria que el sistema nos ponía para creernos libres, arropados y seguros, y así poder consumir y endeudarnos más y más.
El enorme exceso productivo agrícola fue la base del capital que llevó a la revolución industrial. La revolución industrial no se consolidó porque la clase preponderante quisiera liberar a sus siervos. Más bien fue porque se dieron cuenta de cómo unas cuantas "libertades adicionales" podían hacer de su ganado un factor maravillosamente más productivo. Cuando las vacas son confinadas en cubículos muy estrechos, terminan golpeándose las cabezas unas a las otras, generándose ellas mismas heridas e infecciones. Por lo tanto, los granjeros vieron más productivo darles más espacio, pero no porque quisieran ver a sus vacas más libres, sino porque querían más productividad y menores costes. A los humanos nos pasó lo mismo con nuestro "Estado de Bienestar": nos dieron todo este elenco de libertades adicionales, no con el propósito de liberarnos, sino con la intención de incrementar nuestra productividad. Y cuando los números fallaron, el espacio de nuestro cubículo se redujo inexorablemente.
La propia palabra "Bienestar" ya lo dice etimológicamente: "Estar bien". Y ESTAR  significa "Existir, hallarse en este o aquel lugar, situación, condición o modo actual de ser". Es decir, con este enfoque, nuestro sistema ya nos advertía que en un determinado momento podíamos "estar bien", pero también podríamos llegar a "estar mal". Y ese "Estado de Malestar" ha llegado y parece haberse apoderado de buena parte de nuestra sociedad.
Yo creo que mientras nos alojamos en el ESTAR, sea bien o sea mal, lo tenemos crudo. Nuestra situación dependerá de factores externos. Estaremos pendientes de las migajas que el sistema esté dispuesto a darnos. Y nuestra felicidad y logros en la vida vivirán los altibajos de una montaña rusa. No digo con ello que no debamos luchar para restablecer las injusticias que han propiciado el resquebrajamiento de ese Estado de Bienestar. Pero creo que es momento para despertar y fluir, para aprender de nuestra actual situación crítica y para buscar sin pausa nuestra libertad verdadera, escapándonos de esclavitudes, zanahorias y cubículos temporales planteados por el sistema. Ello nos exige alojarnos en el verbo SER (que significa "haber o existir"). Alojándonos en el SER, nadie puede condicionarnos, ni premiarnos o castigarnos según seamos buenos o malos, según hayamos vivido o no por encima de nuestras posibilidades, o según hayamos sido más o menos consumistas. En el nuevo "Estado de Bienser", no somos maleables, ni manipulables, ni cabe que nos dividan en buenos y malos, obedientes o del 15M, de derechas o de izquierdas. En el Estado de Bienser, nos hacemos auto-dependientes, y ahí no hay quien nos toque. Pero hay que "currárselo". Y romper con los paradigmas en los que hemos sido domesticados.

domingo, 15 de julio de 2012

Eres mayoría silenciosa: ¡que te jodan!

Ayer escuché con incredulidad a la Ministra de Trabajo afirmando que las últimas medidas del Gobierno son "duras" pero "inevitables" y han sido elaboradas con "sensibilidad" por un Gobierno que actuará con "comprensión y humildad". Según ella, habrá algunos que se resistan al cambio, pero la mayoría silenciosa de buenos españoles afrontarán los esfuerzos con aplomo y serenidad. Estas palabras se producían sólo horas después de los exabruptos de su compañera Fabra en la aprobación de los nuevos recortes con el ya famoso "¡que se jodan!"
Si has llegado a leer hasta aquí y no te han dado mareos, urticaria o arcadas, es que efectivamente eres de esa mayoría silenciosa que frente a viento y marea, frente a incumplimientos electorales e imposiciones de Bruselas, frente a las crecientes desigualdades sociales y el persistente castigo a los inocentes de la crisis, crees ciegamente en el salva-patrias de turno, el gran mesías que nos sacará de ésta, y te pliegas ante los grandes lemas del milenio: "no hay alternativas", "las circunstancias nos obligan" o "más Europa, más euro".
Ciertamente, cuando Báñez hizo estas afirmaciones, no sé si lo hacía sólo para alentar a sus huestes o para motivar a un electorado en franca retirada. Pero lo que sí sé es que lo hizo con un total menosprecio a la inteligencia y al dolor de millones de personas que están sufriendo unas medidas radicalmente injustas y bajo mentiras impuestas. Ellos sí pueden desdecirse frente a lo reiteradamente prometido en campaña electoral y flagelarnos impunemente, pero nosotros no podemos movernos ni abrir la boca. Somos la mayoría silenciosa. Somos esa masa informe que depositó sus votos en forma de "cheque en blanco", y ni pensar que para nosotros las circunstancias también hayan cambiado. ¡Se siente....!
Por todo ello, eres mayoría silenciosa si piensas que acudir a las manifestaciones de tu pueblo o ciudad es una pérdida de tiempo porque no se consigue nada. Eres mayoría silenciosa, si estás desempleado y tumbado en tu sofá, esperando que alguien te saque de ésta. Eres mayoría silenciosa si te están haciendo recortes y te quedas en tu puesto de trabajo hasta que escampe. Eres mayoría silenciosa si eres profesor y no transmites a tu alumnado la necesidad de tener una conciencia crítica y unas tragaderas muy estrechas. Eres mayoría silenciosa si eres policía antidisturbios y no te planteas si estás defendiendo leyes injustas, y golpeando a quienes luchan por tus derechos. Eres mayoría silenciosa si no dejas de quejarte de la situación, pero ante el televisor. Eres mayoría silenciosa si no buscas medios veraces para contrastar la información y te tragas lo que te echan por la "caja tonta". Eres mayoría silenciosa si el miedo a alzar la voz o a que te señalen te paraliza para reclamar justicia. Eres mayoría silenciosa si estás tratando de salvar tu negocio y sus empleos, y dejas que te apaleen una y otra vez. Eres mayoría silenciosa si te crees las mentiras para justificar unas medidas que cargan sobre nosotros los desmanes de otros.
¿Seguirás siendo mayoría silenciosa hasta que ya no haya marcha atrás?

jueves, 12 de julio de 2012

¿Adaptar los principios a las circunstancias?


Ayer escuché con estupefacción cómo el Presidente del Gobierno de mi país, sintiéndose respaldado por millones de votos, anunciaba una serie de gravísimas decisiones. Con ello contradecía radicalmente lo prometido, anunciado y reiterado hasta la saciedad durante meses, antes de llegar al poder. Fue la misma jugada que ya había hecho el Presidente anterior un 10 de mayo, que supuso el principio de su fin. Lo que más me llama la atención en ambos casos no es la enorme incoherencia, o la sensación de estafa, fraude o abierta mentira que tal actitud supone. Sino el hecho de que se amparen bajo el paraguas del gran oráculo del siglo XXI: "las CIRCUNSTANCIAS" (¡oh, oh...!)
Ya en posts anteriores, mi mujer y yo insistíamos en la importancia de distinguir entre Ideología y Principios, o entre Democracia y Libertad, confusiones éstas que tanto interesan a quienes tratan de mover nuestros hilos a su antojo. Y también en su día dábamos una importancia crucial a los Principios en estos tiempos que corren, al ser los que nos permiten unirnos como sociedad convirtiéndose en verdaderos antídotos frente al "divide y vencerás" que tratan de trasladarnos. Con razón me resulta tan repulsiva la tranquilidad con la que se escupe sobre esos Principios (no castigar a los más débiles, no subir impuestos, etc) alegando "cambio de circunstancias". ¿Quizás hubo un exceso de ligereza, ausencia de previsión o exceso de confianza en los super-poderes de "héroe universal" que uno adquiere al acceder a la Moncloa?¿Quizás es que se "juraron y perjuraron" dichos principios, hoy pisoteados, con afán electoralista? ¿O fue quizás que la cobardía, la conveniencia o la vanidad, ganaron la partida a la conciencia a la hora de hacer lo correcto, como ya decíamos en otro post?
Nuestra Constitución (que, por cierto, los que nos dirigen se pasan por el "forro" cuando se les antoja) en su artículo 14 establece que "todos somos iguales ante la ley". Y por ello entiendo que ese sagrado principio de "puedo cambiar de criterio en base a las circunstancias", se nos aplica al resto de los españoles, y no sólo al super-héroe Rajoy o Zapatero de turno. Si ellos pueden desdecirse de forma tan flagrante y bochornosa, ¿qué nos impide hacer lo mismo a nosotros? Es decir, si en 6 meses se es capaz de romper de forma tan palpable el contrato electoral con los millones de votos que te auparon, ¿con qué cara exiges que esos millones de votos sigan respaldandote 3 años y medio más en ese contrato que tú has hecho "añicos"?. Creo no equivocarme si afirmo que alguno que otro ciudadano de esos 10 millones de votos siente que "las circunstancias han cambiado" respecto a cuando introdujo su voto en las urnas, y que cambia su criterio dadas las "circunstancias". Incluso entiendo que miles y miles de personas, a pesar del teórico Contrato Social que existe, se vean amparados para iniciar una desobediencia civil masiva, ante el "cambio de circunstancias" que se viene produciendo y el exceso de leyes injustas que se nos amontonan. ¿Con qué cara se pretende criminalizar a los que protesten, alzan la voz, o practican cualquier tipo de insumisión en las circunstancias actuales? ¡Politicucho de turno! ¿Es que no te das cuenta que las "circunstancias" han cambiado?

domingo, 8 de julio de 2012

Vamos contracorriente: dos más dos son cuatro

Cada vez se va confirmando más mi teoría de que hemos "perdido el norte", o simplemente ya no sabemos distinguir las verdades más simples. Anoche mi marido y yo estuvimos viendo un vídeo muy aconsejable, ya que hemos dejado  definitivamente la "tele" que nos quieren hacer tragar (están empeñados en quitarnos el "pan", pero nos dejan el "circo"). Fue muy revelador y en la línea de lo que comentamos en nuestros posts.
El "meollo" de la cuestión es el siguiente: hemos olvidado o queremos olvidar lo básico, lo fundamental, lo más simple, para escudarnos en una verdad artificial mucho más compleja y que nos aleja de la realidad. Esto, que así de repente, suena muy metafísico, es muy simple: 2 + 2 = 4, por mucho que queramos disfrazarlo con rescates, con la globalización, con el "mercado", con las "hojas de ruta", y con otros tantos términos que al fin y al cabo están alejadísimos de nuestra cotidianeidad.
La monjita del vídeo incide en varias ideas que son claras para mí, contundentes y sobre todo DE CAJÓN (2+2=4). La primera de ellas es sobre el rescate a los bancos. Y yo me la llevo preguntando desde la primera vez que escuché esa "chorrada": "hay que rescatar a los bancos para salvar a la economía". Y plantea la obviedad de destinar el dinero a los ahorradores en lugar de rescatar a un banco que ha hecho una mala gestión. ¿Es que hay que premiar el "mal hacer" castigando a toda una sociedad? ¡Hay que recordar que esa deuda la pagaremos nosotros, nuestros hijos y quizás sus nietos!
Esta idea nos lleva a otro punto importante. ¿Quién les ha dado permiso a nuestros dirigentes para tomar decisiones sin nuestro permiso? ¿No se supone que nos representan? La sociedad deposita votos en las urnas, no cheques en blanco, y por lo tanto tienen que acatar sus compromisos electorales y responder de sus actos. ¿Que nos dicen ahora que las circunstancias han cambiado o que se han encontrado un panorama aún peor de lo previsto al comprometerse electoralmente? Para nosotros también la situación es nueva. Si realmente estamos ante un panorama tan diferente existen dos posibilidades: Primero, preguntarnos antes de tomar unas decisiones tan opuestas a sus compromisos iniciales (para eso se supone que estamos en una democracia) mediante referendum, etc Y segundo, si no se dignan a preguntarnos, tendrán que asumir la manifestación masiva de nuestro malestar. Tenemos derecho a decir lo que pensamos. ¿Cómo se atreven a descalificar nuestra libertad de expresión cuando nos están mintiendo en la cara y tomando decisiones por mí y por mis hijos, contradiciendo radicalmente lo que dijeron que no harían hace 6 meses? No entiendo semejante desfachatez. Si a ellos el sistema les tolera poder contradecir radicalmente lo que prometieron, ¿qué nos impide a nosotros poner en tela de juicio la legitimidad de su poder y representación popular? ¿Hasta cuándo vamos a aguantar que nos digan que les respaldan "no sé cuantos" millones de votos, a los que arrastraron con promesas escandalosamente incumplidas (por cierto, y para que no haya malentendidos: no hablo sólo del actual Gobierno, sino de cualquier partido que es incapaz de cumplir lo que promete: todos hasta ahora). Esta monja benedictina, médica y teóloga, no se muerde la lengua y aboga por una huelga general indefinida, hasta restablecer el marco de representatividad real.
Junto a a esto, señala un aspecto que deberíamos tener muy en cuenta, y en lo que quizás, por obvio, ni hemos caído: ahora mismo se supone que los políticos responden ante su electorado (¡jua, jua!), pero si dejamos la economía en manos de una entidad supranacional (¿os suena el "más Europa, más euro"?), internacional o independiente ¿estos ante quién responden?. 2+2=4
Un último aspecto que aborda es nuestra necesidad de cambiar nuestra dependencia del dinero y nuestra visión del trabajo. Algo que resumiría en que hoy en día vivimos para trabajar y no trabajamos para vivir. Nos prostituimos por llevar dinero a casa a fin de mes, sin cuestionarnos qué hacemos, qué aportamos a la sociedad, a quién "machacamos" por el camino, o a quién encumbramos con nuestro trabajo. Han conseguido que nuestro único objetivo en la vida sea pagar nuestras deudas. ¡Somos esclavos de por vida, sin corazón, sin alma y sin cerebro!
No hace falta ser Einstein para saber lo que pasa. Es matemática básica. 2+2=4